lunes, 19 de noviembre de 2012

Sábado de integración y desafío SENA

Por: Líderes comunicadores
 
El pasado sábado 3 de noviembre, se realizo en la finca Los Paisas un encuentro de integración de aprendices SENA. Comenzamos el día con unos aeróbicos dirigidos por la subdirectora, Yudy Milena Peña Mateus,  en la que aprendices y funcionarios participamos  en conjunto, siendo este un calentamiento para todo lo que íbamos hacer en el día. Algunos de los aprendices, con pena o simplemente porque no les gustaba la actividad, estuvieron sentados como espectadores de las cosas que allí se hacían; algunos instructores se veían perdidos en los aeróbicos generando risa, sin embargo la felicidad y  la amistad eran los valores que recorrían en ese momento la finca. Todos fuimos  una sola familia… ¡Sí, somos la familia SENA!  Luego de este primer ejercicio se dio inicio al Desafío SENA, en el que cada formación eligió a 10 participantes para conformar un grupo, quienes debían dirigirse al punto de partida, donde se les dio las indicaciones sobre los obstáculos que debían sobrepasar para ganar.
 
El primer obstáculo consistió en hacer una cadena humana enlazada por las manos: la derecha debía pasar debajo de las piernas y la izquierda cogía la mano derecha del compañero que estaba adelante.   Estando todos agachados y sin soltarnos las manos, teníamos que pasar dos aros de plástico “ula-ula” de atrás hacia adelante en el menor tiempo posible para así continuar con la siguiente prueba. El segundo obstáculo fue llevar 5 tabletillas de madera a otro punto  lejano, y el reto era que solo se podía llevar una por una hasta completar las 5, pasando como gusanitos por encima de nuestros compañeros que iban formando un puente con sus cuerpos, siendo esta la prueba de mayor exigencia física. Luego de haber realizado con éxito esta estación, los participantes  tuvimos que correr por un túnel de lona blanca. Una vez todo el grupo hubiera salido del túnel, los integrantes corrimos hacia otro obstáculo donde había una malla en el suelo que debimos pasar arrastrados por debajo de ella. Luego nos encontramos con una nueva prueba en la que tuvimos que pasar caminando rápidamente 6 pelotas plásticas rebotando sobre una raqueta de madera, y si una pelota se caía, la persona debía regresarse y pasar de nuevo. Una vez terminada esta prueba nos esperaba otro túnel blanco en forma de cilindro que debimos pasar para llegar al pantano que el grupo debía cruzar, y donde muchos de los participantes quedaron atrapados y cubiertos hasta el pecho, siendo un poco desagradable, aunque la esperanza de ganar la prueba era mayor  que el olor. En este punto, muchos de nosotros estábamos ya agotados de tanto correr, tanto así que una compañera se desmayo del cansancio… hasta que recuperó energías y continuó su desafío. La sexta estación de prueba consistió en armar un cuadrado con 5 fichas de madera de diferentes formas encima de la espalda de un integrante del grupo, siendo una prueba un poco complicada puesto que eran 9 personas dando su idea de como armarla, pero es allí donde se ve la unidad de un grupo que lleva al éxito de la prueba. Siguiendo con el desafío, pasamos un tramo de por lo menos 100 metros de distancia para llegar a un pozo que debimos atravesar por un puente colgante hecho con lazos. Para llegar a la red del puente uno de los integrantes tenía que meterse al pozo y llevar “a caballito” a cada uno de los compañeros del grupo. Esta última prueba fue la más divertida  ya que a algunos de los compañeros se les caían los pantalones. Para dar fin al desafío todo el grupo unido corrió a coger una bandera y enterrarla en la cancha de arena gritando fuertemente el nombre de la formación y haciendo  “el baile de cómo la estamos pasando”. Al terminar nos dieron un refrigerio  que nos elevo la energía que dejamos en el campo de juego.


Después del refrigerio y para terminar de recuperar la fuerza, la sicóloga Grey Torres nos dirigió una meditación de treinta minutos, en la cual hubo mucha participación. Para concluir esta actividad cada uno dimos un abrazo a 7 personas diferentes.   Luego hubo un pequeño descanso para que los aprendices tomáramos un poco de aire y disfrutáramos el día: unos estaban en la piscina, otros jugando tejo o futbol, bailando o simplemente tomando una siesta en las hamacas. Hacia el medio día almorzamos un delicioso plato de lechona con gaseosa, que nos subió el ánimo, y concentrados comiendo en silencio parecíamos como “loras en pepeo”. Luego del almuerzo  comenzó la música del grupo Son Sabor acompañado por el canto de nuestra subdirectora, que nos dejó a todos asombrados pues su canto alegre la hacía ver como una profesional en el mundo de la música. Algunos bailamos, otros observamos con atención, mientras los demás se divertían jugando. Al finalizar la jornada de integración, llegó el momento de las premiaciones del campeonato deportivo y del desafío recién vivido. El equipo ganador del campeonato fue el de la formación de Gestión en Comunidades Étnicas de Proyectos Agropecuarios Sostenibles GECEPAS, y los recién triunfadores del desafío fueron los aprendices de Recursos Naturales, a quienes se les premió con unos bonos para hacerlos efectivos en el almacén Promociones Medellín. Y Así concluyó la tarde, nos despedimos cansados pero contentos de haber compartido aprendices y funcionarios un día especial, en el que la familia SENA se integró alrededor del esfuerzo personal, el trabajo en equipo, el juego, el deporte y la música.